La infancia, como cualquier otra etapa, es un periodo plagado de luces y sombras. La diferencia con otras épocas es que allí las luces son más brillantes y las sombras más densas. La inocencia recubre las experiencias de nuestros primeros años con un extra de intensidad, de filo. Se trata de un periodo lleno de impaciencia, de ilusión, de energía. Pero también de temor, de incertidumbre y de dependencia. Estas dos facetas, esta dualidad, es una de las principales cuestiones que pretenden reflejarse en el número a través del contraste de textos, ilustraciones y collages coloridos, divertidos y traviesos de artistas como Martín Bell, Cristina Aguirre o Luz Soria, con la seriedad y la profundidad de secciones como la de las fotografías de Dara Scully. En el corazón de la revista Mauro, un niño de tan solo 9 años, expresa mejor que cualquier adulto, en dos poemas escritos de su puño y letra, la fuerza, la subconsciencia y la imaginación que caracterizan a este periodo.